Nuestras reservas internacionales en dólares

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El Banco de México hizo un anuncio en el que dice que desde el día 9 de mayo de este año, el monto de las reservas es históricamente el más alto de todos los tiempos; habla de una suma de 186,195 millones de dólares, cuestión absolutamente falseada porque dentro de las reservas se encuentra un crédito que se le otorgó a México -para contingencias- por 47 mil millones de dólares, por lo que las reservas reales apenas son de 139,195 millones de dólares. ¿A quién beneficia engañar con los números a la población? A nadie, solo es un estilo de mentir y engañar con verdades a medias.

Además ni Banco de México ni Hacienda o la Presidencia de la república dicen nada sobre las deudas del país, la interna y la externa que alcanza la suma de 8 billones de pesos (601 mil millones de dólares), cuatro veces y media superior a nuestras reservas. Si a esto le sumamos que las reservas de México no las podemos usar porque son parte de la garantía que nuestro país le otorga al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a otras instituciones financieras nacionales y extranjeras, lo que nos queda es una “reserva” en rojo de 461 mil 805 millones de dólares, lo que nos da una cifra absolutamente impagable. ¿Por qué impagable? Porque los ingresos del país por cuestiones fiscales y de otras índoles son inferiores al gasto y si a ello le sumamos que cada año hay que pagar más de 55 mil millones de dólares por intereses y comisiones del servicio de la deuda, lo que nos queda es que no tenemos ni un dólar de reserva.

Este gobierno y los cuatro anteriores han hecho retroceder al país a un mínimo indeseable y ello nos ha encajonado en un círculo vicioso de endeudamientos, muchos de ellos innecesarios. ¿Para qué queremos un gobierno que no puede sacar adelante al país y sí por el contrario hundirlo más en deudas, en falta de productividad y en el desempleo? Lo grave del asunto es que el gobierno arma discursos contrarios a la realidad y eso es un engaño; lo hacen para permanecer dentro del sistema de gobierno inepto y ladrón que enajena al país y sus bienes materiales para que nuestras futuras generaciones, nuestros nietos y bisnietos, vivan en peores circunstancias de las que hoy precariamente se viven en México.

Como observador percibo que el gobierno le estorba a los mexicanos y les acota las oportunidades de desarrollo y progreso. Podemos ver a los gobernantes y a funcionarios públicos de nivel alto y medio, vivir como marahás, mientras el pueblo en su mayoría languidece en medio de una pobreza que raya en el filo de la miseria. Esto me indica que hay mucho por hacer, la gente, individualmente, se rasca con sus propias uñas y el gobierno no sólo no hace nada sino que a sabiendas lleva al país a un despeñadero sin fondo. ¿Qué podemos hacer para remediar esto? Lo ignoro pero ya es tiempo de hacer algo y ya. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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